lunes, 25 de mayo de 2015

Cómo maquillarse, paso a paso

Los cuidados faciales son un aspecto básico a la hora de realizar un buen maquillajeNuestro cutis debe estar perfectamente limpio para evitar la aparición de imperfecciones creadas por la falta de higiene en nuestra piel. 
- El primer paso debe ser lavar bien nuestra cara con un jabón neutro cada día dos veces al día. Aplica una capa de crema hidratante específica para cada tipo de piel dependiendo de nuestras necesidades. La crema hay que dejarla secar para que se absorba bien a la piel.
- A continuación aplicaremos con pequeños toques el corrector en las zonas dónde necesitemos “corregir”, disimular o camuflar algo. Dependiendo del tipo y color de la piel de la zona que debamos ocultar nos decantaremos por un corrector con pigmentación amarilla, verde, azul, naranja, morado, rosa, blanco o del mismo color de nuestra piel. 
- Una buena base de maquillaje y, con esto me refiero a que es muy importante hacernos con una de buena calidad y no escatimar en gastos. Una base debe de ser libre de aceites y que tenga factor de protección solarLas bases de maquillajes deben adaptarse a las exigencias de cada una: las hay muy cubrientes, ligeras, mates, satinadas, de larga duración, etc. Lo ideal es hacerse con una de cobertura ligera a media, fluida y de larga duración.
La base siempre debe aplicarse con brocha, ya que se extiende mejor y la cantidad de producto utilizada siempre es menor que utilizando las manos o esponjas. Nunca debemos terminar de aplicar nuestra base en el borde de la mandíbula, la base termina por el cuello y nunca con un corte brusco. 
- Aplica polvos correctores matificantes para tapar brillos y resaltar y ocultar cada zona de nuestra cara; dependiendo de cada una, se aplicarán en un lado o en otro. 
- Aplica un colorete, bien puede ser en crema o en polvo para potenciar nuestros pómulos. Igual que con los polvos matificantes, el colorete se aplicará dependiendo de la forma de la cara de cada una
- Despierta tu mirada rizando ligeramente las pestañas con un rizador, sin abusar y sin hacer demasiada presión ya que el pelo de las pestañas si se daña no se regenera. Aplica una capa de máscara de pestañas, evitando crear grumos y una vez seca dale una segunda capa sólo en las puntas. 
- Peina las cejas con un peine específico y, rellena pequeños huecos con un lápiz o sombra pensada para ellas; fíjalas para evitar que se despeinen con fórmulas parecidas a la máscaras de pestañas pero transparentes y deja secar. 
- Exfolia e hidrata los labios. En el caso de que queramos darles color aplicar siempre con pincel. El truco de morder un papel no es necesario. 
- Para terminar, aplica un spray de agua a unos 30 cm de la cara para fijar el maquillaje. !!Y LISTO¡¡¡



HISTORIA DE LA MODA EN COLOMBIA


En 1931, Marlene Dietrich se atrevió a usar pantalones en París y el alcalde de aquél entonces, le sugirió abandonar la ciudad como respuesta a su provocadora vestimenta masculina. 

Ya habían pasado un par de décadas desde que las mujeres empezaron a liberarse de cargas y ropajes, sin embargo, la mentalidad del mundo seguía atada a los viejos conceptos.

Más de 30 años después, en 1966, Yves Saint Laurent adaptó el smoking, traje masculino por excelencia, a las sugestivas curvas de sus adineradas clientas, generando un nuevo escándalo.

Muchas entusiastas de la original idea, optaron por usar sólo la chaqueta al ver cómo les cerraban las puertas de los mejores hoteles y restaurantes de la Ciudad Luz.

Sin embargo, la de los pantalones femeninos, no fue la primera ni la más encarnizada lucha de los diseñadores en cuanto a ropa se refiere. La historia de la moda está llena de momentos que marcaron rupturas y que trazaron caminos.Pioneros en la lucha
En los 20, Coco Chanel perfiló la emancipación total de la mujer con diseños que cambiaron su figura y su forma de vivir, al brindarle la posibilidad de practicar deportes y de moverse por el mundo envuelta en materiales elásticos, tejidos de punto y vestidos cortos y sueltos.

“Chanel hizo a la mujer femenina y le quitó rigidez, y Saint Laurent le dio el poder con los vestidos”, explica el diseñador antioqueño Julián Posada. “Cuando YSL vistió a las mujeres con el smoking, las hizo poderosas. Les diseñó un atuendo para que reivindicaran su papel frente a los hombres y la vida laboral”, concluye Posada.

Las mujeres se convirtieron en admiradoras incondicionales de los agotadores tacones puntilla, por la misma razón que soportaron el corsé, las faldas trabadas que no dejaban caminar y los sombreros aparatosos y pesados: lucir bien y estar a la moda.

En 1955 el zapatero de las estrellas, Salvatore Ferragamo, se apoyó en una barrita de acero para darle altura a los zapatos femeninos. Más de 40 años después, su idea sigue vigente entre las mujeres más elegantes del mundo que ignoran las advertencias de médicos y ortopedistas sobre lo perjudicial que pueden ser los zapatos altos.

Con la misma facilidad le dieron la bienvenida a la minifalda, que popularizó la inglesa Mary Quant en los años 60. “ Ella no inventó la minifalda, fue André Courréges, pero Quant la popularizó”, asegura Julián Posada. Pese a esta pequeña disputa, ninguna otra prenda representa tanto el estilo de una década como la mini de los 60.
Para los 70, el denim
Paradójicamente en los años 70, cuando todo el mundo quería verse distinto, hombres y mujeres acabaron vestidos con jeans, que, según el libro Moda de Charlotte Seeling, era una suerte de “uniforme de inconformistas”.

La fiebre por los “blue jeans” le valió al fabricante Levi Strauss el premio Coty Award que entrega la industria de la moda en Estados Unidos, pues sus pantalones azules, desgastados y ceñidos al cuerpo estaban en todos los rincones.

Los 80 sorprendieron al mundo con un intercambio de estilos entre los sexos. Ellas asumiendo actitudes fuertes y ellos buscando su lado femenino. En medio del materialismo que caracterizó a esta época, Madonna hizo popular el uso del corsé como prenda exterior, gracias al diseño exclusivo de Jean Paul Gaultier que utilizó para una de sus giras.

El movimiento punk y su recargada rebeldía, llegó como un estilo de vida para hombres y mujeres dispuestos a usar chaquetas de cuero adornadas con calaveras, imperdibles (ganchos de ropa) y otras curiosidades, combinadas cabelleras a medio rapar, en tonalidades verdes y fucsias.

Todos estos excesos acabaron por estrellarse de frente con la década pasada y su afán simple. “Me encantó la época minimalista y todo el movimiento espiritual que se dio a finales de los 90 y que se sintió de especial manera en Colombia”, opina la diseñadora barranquillera Silvia Tcherassi.

Y para que no se diga que la moda es cuestión de mujeres, un dato curioso. Una de las más recientes muestras de apertura mental masculina, frente al tema, tuvo que ver con las faldas, presentadas en el verano de 1999 y que, contrario a lo que podía esperarse, tuvieron gran acogida entre los señores.